El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se encuentra en medio de una crisis política y enfrenta una posible destitución por juicio político, motivo por el cual decretó ayer la disolución del Congreso y la realización de elecciones anticipadas.
En este contexto, el mandatario ecuatoriano ordenó «disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna», según señala el documento difundido por la oficina de presidencia.
Por cadena nacional, el presidente del país sudamericano expresó que su decisión fue «democrática no solo porque es constitucional, sino porque le devuelve al pueblo ecuatoriano la posibilidad de decidir».
El órgano electoral deberá convocar a elecciones legislativas y presidenciales en un plazo de siete días después de la publicación del decreto de disolución en el Registro Oficial.
Según las denuncias que lo llevaron al juicio político, Lasso decidió continuar con un contrato firmado antes de que asumiera la presidencia, aún con informes que mostraban «lesividad para el Estado». El tratado comercial para el transporte de crudo con el grupo internacional Amazonas Tanker dejó pérdidas por más de 6 millones de dólares.
Juicio político contra Lasso
El juicio político contra el presidente de Ecuador, quien se proclamó ante el Congreso para asegurar su «total, evidente e incuestionable inocencia», lo juzga por el presunto delito de malversación de los fondos públicos y la oposición apunta a su destitución.
Mientras aumenta el descontento popular por la situación económica y la violencia vinculada al narcotráfico crece, el bloque progresista apunta a recuperar fuerzas de la mano de su líder, el expresidente Rafael Correa, quien reside en Bélgica y está condenado a ocho años de cárcel en su país natal.
«No hay pruebas ni testimonios relevantes. Más bien lo único que hay son informaciones que comprueban mi total, evidente e incuestionable inocencia», se defendió Lasso en su discurso de casi una hora en el hemiciclo de Quito.
Fuente: Ámbito.
