Los datos de la guerra civil en Sudán son devastadores, al menos 413 personas han muerto y 3.551 resultaron heridas desde el recrudecimiento de la guerra civil en las últimas dos semanas. Los datos son oficiales para la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El conflicto enfrenta al presidente y jefe del Ejército con el vicepresidente y jefe del grupo de élite, Fuerzas de Acción Rápida, en una lucha por hacerse con el poder. Ambos militares dieron un golpe de estado contra el dictador Al Bashir, pero no cumplieron su promesa principal: democratizar con elecciones transparentes.
A pesar del llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos internacionales al cese de hostilidades por parte del Ejército y las fuerzas del RSF, la tregua se quebró y han vuelto los tiroteos, bombardeos, y combates en las ciudades de Sudán, incluso en la capital Jartum.
Una tragedia humana por el peor camino
Los organismos humanitarios advierten que si no se detiene la guerra civil, Sudán se encamina al peor desastre mundial en lo que va del siglo. Los combates (que se suman a una guerra civil de 10 años) han dejado sin agua y sin luz a muchísimos barrios de todas las ciudades, incluso la capital.
Para peor, con los ataques de los últimos quince días, la ayuda humanitaria se interrumpió. El secretario general de Naciones Unidas informó que tres enviados de la ONU resultaron heridos en un ataque contra un convoy de ayuda de emergencia.
La OMS, que depende de Naciones Unidas, se manifestó por redes en duros términos sobre el tema: «Más de una década de conflicto, inestabilidad y emergencias climáticas han dejado a millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria en uno de los países de acogida de refugiados más grandes de África».
Advierten por la multiplicación de muertes y heridos en todo el país por el enfrentamiento entre los dos jefes militares más importantes de Sudán. Pero no solo la cifra de muertos y heridos, sumada a la escasez de alimentos por la interrupción de la ayuda a Sudán es lo que preocupa a los organismos internacionales.
Como en toda guerra (peor si es una guerra civil), el otro drama es el de los refugiados que huyen a otros países. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) informó que en estas dos semanas, entre 10.000 y 20.000 personas, la mayoría mujeres y niños, cruzaron la frontera hacia Chad, huyendo del hambre y los bombardeos.
Fuente: A24.com
