San Lorenzo se adueñó ayer del clásico porteño tras vencer a Huracán por 1 a 0, como local con gol de Ezequiel Cerutti y alejó al visitante de la pelea por el título. Con este triunfo, San Lorenzo estira la diferencia a su favor en el historial entre ambos a 34 partidos en el profesionalismo.
San Lorenzo no lució y le costó generar juego, pero a pesar de eso, tuvo las opciones de gol más peligrosas. Huracán sintió el impacto del gol tempranero de Cerutti y nunca pudo generar chances de gol claras, más allá de tener el dominio de la pelota y terreno para avanzar.
Los hinchas de San Lorenzo tuvieron su fiesta y el estadio Pedro Bidegain estuvo repleto, con más de 45 mil personas que alentaron al equipo dirigido por Rubén Insúa y pudieron celebrar el triunfo en el clásico y quitarle chances de pelear el torneo a Huracán.
Los locales volvieron a la victoria luego de seis partidos sin ganar y cabe destacar que de local, el Ciclón ganó tres partidos en el 2022 y dos fueron los clásicos ante Boca y ante Huracán.
A Huracán le pesó el partido y la historia, ya que estuvo lejos del nivel que lo llevó a estar entre los cinco mejores del torneo con 37 puntos y podría quedar más lejos de la punta si Atlético Tucumán y Boca ganan sus respectivos partidos.
El equipo de Diego Dabove llevaba diez fechas sin perder con la misma cantidad victorias y empates y junto al líder Atlético era el que menos derrotas (2) había sufrido. Sin embargo, San Lorenzo pegó de entrada, a los 2 minutos, con un disparo cruzado de Ezequiel Cerutti desde afuera del área y luego defendió la ventaja con garra y actitud.
El «Pocho» le puso el broche a una jugada que había nacido con una gambeta del arquero Augusto Batalla ante Matías Cóccaro adentro del área propia.
El trámite del juego
El partido no se había armado y San Lorenzo pegó de entrada, ese gol casi desde el vestuario del «Pocho» Cerutti fue determinante para el desarrollo de las acciones, con San Lorenzo saliendo de contra y jugando el partido con mucha garra y orden táctico.
Después del gol, el equipo de Insúa le cedió la pelota a Huracán y esperó en su campo. Igualmente, la postura del Ciclón fue agresiva en la marca y en ningún momento dejó progresar a un Huracán completamente desconocido, que nunca pudo mostrar algo de lo que llevó a estar entre los animadores del torneo.
El Globo fue un equipo nervioso, impreciso y nunca supo cómo generar peligro en el arco contrario. Donde había un jugador visitante había tres marcas del local y así fue imposible para Huracán. San Lorenzo, con un gran desgaste físico, anuló a todos los creativos de Huracán.
Y cuando recuperó la pelota, San Lorenzo fue inteligente y utilizó muy bien a Nahuel Barrios y Adam Bareiro, quienes fueron imparables para la defensa visitante.
En el inicio de la segunda parte, el paraguayo Bareiro estuvo cerca de liquidar el partido a los 3 minutos pero su gran remate desde afuera del área se estrelló en el travesaño.
Huracán tuvo una leve mejoría y estuvo cerca de empatar a través de Matías Cóccaro, a quien le anularon un gol por posición adelantada que, a su vez, provocó una trifulca en la platea entre los hinchas azulgranas y la delegación visitante.
San Lorenzo se tiró demasiado atrás pero, con la rapidez de Iván Leguizamón estuvo cerca del 2 a 0 pero Chaves le achicó muy bien la definición a Agustín Giay.
Sobre el final hubo más pelea que fútbol y lo mejor llegaba desde las tribunas con la fiesta de los hinchas de San Lorenzo que deliraban con el triunfo en el clásico que, luego de un año difícil, se festejó con ganas.
Fuente: A24.
