Bitcoin está sostenido sobre Blockchain, que es una especie de registro contable gigante e inalterable.
Las transacciones no se pueden alterar porque ese registro no está alojado en un solo servidor sino en cientos de miles de máquinas. Son los llamados mineros, que tienen el rol de certificar y guardar esos datos. Eso se hace a través de ecuaciones matemáticas muy complejas que las máquinas mineras tienen que resolver para poder encriptar esa información y ganarse una recompensa en bitcoins.