En 2001, Gorillaz rompió todos los esquemas al presentarse como un fenómeno artístico que desdibujaba el concepto de “banda”.
Cuatro personajes integran este grupo que trajo a la música mucho más que marketing animado. En la vida de carne y hueso hay dos personas detrás de Gorillaz: en lo musical está Damon Albarn, líder de la banda inglesa Blur, y detrás de su universo estético Jamie Hewlett, un dibujante creador del comic británico Tank Girl.