Lo dijo Fernando De la Rúa en diciembre de 2000, luego de conseguir un acuerdo con el FMI. Analizamos la frase y el contexto con un especialista.
La euforia y el optimismo duraron muy poco. A los dos meses, en febrero de 2001, renunció el ministro de economía José Luis Machinea, lo reemplazó Ricardo Lopez Murphy que duró tan solo dos semanas después de anunciar un brutal recorte… y lo reemplazó finalmente Domingo Cavallo, a quien De la Rúa había criticado muchas veces en el pasado.