Nos subimos a un fórmula 1 del año 1957 para el Gran Premio de Alemania y en cinco minutos repasamos una historia que duró más de tres horas.
Cambio de cubiertas que no sale como se espera, combustible que sale en gotas y una carrera de 500 kilómetros que se define por 3 segundos. Actualmente, la Maserati que condujo Fangio suele mostrarse en festivales de autos históricos, manejada por el suizo Lükas Huni, quien fue el que gerenció la compra del auto en 2007 por tres millones de euros.