Al igual en 2007 y 2015, los Pumas van a jugar las semifinales de un Mundial de Rugby. Será, como hace 16 años, en Francia contra Irlanda o Nueva Zelanda. Poco importa quién estará en frente el próximo viernes en el estadio Saint Denis porque el plantel y los hinchas todavía disfrutan de la gran victoria sobre Gales 29 a 17.
La selección arrancó bien, pero no lo plasmó en el resultado y se cayó. Su rival aprovechó su única fisura en defensa y Dan Biggar se filtró hacia el primer try en la jugada previa a que el árbitro Jaco Peyper fue reemplazado por una lesión. En ese entonces, todo era de los «Dragones Rojos», que establecieron una máxima diferencia de 10-0.
Los Pumas lograron el 13-10 con dos penales, el segundo desde atrás de la mitad de la cancha. A diferencia de la primera mitad, pudieron plasmar en el resultado lo que hicieron en la cancha presionando a su oponente y jugando con el balón en sus manos durante el complemento.
Pero otra falla en defensa que aprovechó Gales para filtrar a Tomos Williams removió sus cimientos y lo obligó a redoblar esfuerzos. El try más la conversión de Biggar dejó a galeses 17-12 en el tanteador con poco más de 20 minutos por delante.
El mérito de la Argentina fue seguir insistiendo y no dejar de presionar en ningún momento. Las sustituciones le renovaron las energías y uno de los ingresó desde el banco de suplentes fue Joel Sclavi, autor del primer try para igualar el cotejo hasta que Boffelli inclinó la balanza con la conversión. El forward se las ingenió para definir a la salida de un ruck a metros del ingoal y encaminó la hazaña de los Pumas en Francia.
Hazaña porque cuando Gales, necesitado, se le fue encima, generó una gran jugada en la que el balón le llegó a Louis Rees-Zammit y corrió a apoyar el try, apareció volando Matías Moroni para tacklearlo y sacarlo de la cancha.
A la heroica acción de Moroni le siguió, un par de minutos después, una intercepción de Nicolás Sánchez en la mitad de la cancha que terminó con try del propio tucumano. A partir de la conversión de Boffelli, el cotejo se sentenció a favor de la albiceleste y la locura en el estadio fue total.
El propio máximo goleador de la selección argentina maquilló el score con un penal en tiempo cumplido y, así, la Argentina accedió a las semifinales jugando en el mismo estadio que en el debut sufrió una dura derrota ante Inglaterra 27 a 10.
Fuente: La Nación.