Hace poco más de dos décadas, imaginarse a un argentino en la NBA parecía una utopía. Pero Emanuel Ginóbili, bahiense y campeón olímpico, se encargó de poner en alto al básquet argentino y ayer logró algo único para el deporte nacional, es el primer argentino que ingresó al Salón de la Fama de la NBA.
En una ceremonia que en realidad abarca todo el fin de semana, Manu ingresó oficialmente al Salón de la Fama, la élite de la historia del básquet mundial, en una jornada inolvidable para el deporte argentino, que va más allá del básquet y lo pone en el lote de los máximos ídolos deportivos.
Como lo había hecho previamente, Ginóbili volvió a destacar a compañeros y le dio a distinción individual un carácter colectivo poco común. «No estoy aquí por mis logros individuales, sino por lo que obtuve en equipos como los que me tocó integrar en los Spurs, que dominó la década del 2000», expresó Manu.
El evento
Junto a su ex compañero de los San Antonio Spurs, Tim Duncan, el bahiense vivió en el escenario del James Naismith Basketball Hall of Fame, en Springfield, una noche emocionante, con risas en el medio, como cuando le dijo a su ex compañero que siempre quería ser el centro de la escena.
Luego, en otro pasaje de la velada, con lágrimas en sus ojos, se quebró en el agradecimiento a su padre Yuyo, que se encuentra enfermo y no pudo acompañarlo en el evento.
Manu repasó su carrera: recordó sus inicios en Bahiense del Norte, contó el sacrificio y el sufrimiento que hizo en aquellos años, cuando no crecía y parecía que su sueño de ser jugador profesional se esfumaba. También su paso por Andino de La Rioja, sus primeros pasos en la Selección y el gran paso por Italia.
Párrafo aparte tuvo su experiencia en la NBA, el significado que tuvo su llegada y desarrollar toda su carrera en San Antonio. «Nunca voy a poder agradecerte todo lo que hiciste por mí», le dijo a Gregg Popovich, su entrenador, en un intento de síntesis de lo que fue su estadía en la NBA.
Tras haber recibido el viernes el saco naranja que lo acredita como miembro del Salón de la Fama, Ginóbili lució ayer un traje con zapatillas especiales de su marca patrocinante, con los colores argentinos y el número 2004, cuando ganó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos. En la punta predominaban los colores de los Spurs, con los años en los que fue campeón de la NBA.
Además de su mujer Marianela, sus tres hijos y su hermano Leandro, Manu estuvo acompañado por compañeros como Luis Scola, Pepe Sánchez, Andrés Nocioni y Fabricio Oberto, su ex entrenador Julio Lamas y algunos invitados especiales.
Reconocimiento absoluto para Manu
Resultó el más ovacionado de la noche y, cuando lo presentaron, se escuchó el grito de su apellido al estilo de Charles Barkley, su fanático número uno en sus comienzos en la NBA. La distinción para Manu no es común para jugadores sudamericanos, es el cuarto de esta región en recibir el premio.
Este logro se suma al retiro de su camiseta número 20, la que siempre utilizó mientras duró su romance con la franquicia texana, acontecimiento sucedido en marzo de 2019 y despertó emociones parecidas a las de esta noche.
Entre tantos elogios, Manu recibió los halagos de Lionel Messi a través de sus distintas redes sociales. «Me provoca mucho orgullo escuchar a un periodista decir que Manu es el Messi del básquetbol. De hecho deberían decir que yo soy el Manu del fútbol», afirmó el crack.
Fuente: Página 12.