Un 31 de diciembre de 1989. Una madre espera impaciente que su hija, Nair, de 9 años regrese a casa. Era habitual que vaya y vuelva sola del Club Huracán.
Habían pasado 4 horas y no volvía. Preocupada, la mujer acude a la policía local. Les pide que la busquen, pero ellos no se mueven. Entonces va desesperada a la radio de la ciudad para rogarles a todos que la ayuden. Dieron las 12, llegó el año nuevo, pero no hubo fuegos artificiales, tampoco silencio. La gente encontró a la niña asesinada y estalló la poblada.