Hablamos de multiplicación botánica cuando tomamos un pedacito de la planta original para generar otra con iguales características genéticas.
Los motivos para hacerlo pueden ser muchos y bien distintos: porque queremos intercambiar gajitos con alguien; porque tenemos una planta a punto de morir y hacemos un último intento por conservarla; porque buscamos experimentar o simplemente queremos aumentar nuestra colección. Podemos obtener nuevas plantas a partir de una hoja, por división de matas o incluso por esquejes en agua.